viernes, 23 de octubre de 2020

El caso del ladrón de libros viejos

Había una vez un ladrón que se dedicaba a robar libros viejos. Al principio nadie le dio importancia. Es más, muchos terminaban agradeciéndole que se los llevara. Porque hay mucha gente a la que le cuesta deshacerse de las cosas que ya no usa, aunque estén viejas, y les da pereza hacer algo con ellas. ¡Con lo fácil que es donarlas!

El caso es que el ladrón de libros viejos había acumulado una gran cantidad de material. Llevaba años actuando sin que nadie hiciera nada. La policía ni siquiera sabía quién era.

Pero el ladrón de libros viejos quería más. Y como nadie le había parado nunca los pies pensó que lo que hacía tampoco era tan malo. 

Así que decidió lanzarse a por algo más jugoso.





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