Cultura

Su cultura, digámoslo así, se veía influenciada por su espíritu carroñero. Reaprovechaban todo cuanto podían reconvirtiéndolo para su propio uso. Convivían formando clanes o tribus. Su forma de vivir hacía que acabaran de manera compulsiva y voraz con todos los recursos naturales de tipo mineral, animal y vegetal de los lugares donde se establecían, haciendo insostenible el mantenimiento de sus poblaciones que crecían de manera desmesurada. Si no fuera por su carácter autodestructivo y la lucha contra ellos de los Pueblos Libres, la Tierra Media habría quedado cubierta de Orcos. Todo lo que fabricaban era de forma burda, mal acabada e industrial, pero no por ello era menos efectiva. No eran diestros en prácticamente ningún arte o ciencia excepto en el de arrasar, matar, destruir y obedecer, lo que los hacía muy adaptables pero poco inteligentes, que era justo para lo que fueron deformados y esclavizados por Melkor, al que tenían mas miedo que a cualquier enemigo.

Los poderes malignos influyeron tanto en los orcos que la dependencia de una entidad poderosa que los mandara era indispensable. Ésta era la única manera de que no se destruyeran unos a otros, que se mantuvieran cohesionados o capaces simplemente de sobrevivir. Éste puede ser uno de los motivos por el que, a pesar del gran número que hubo de ellos durante los períodos en los que Melkor y Sauron eran poderosos, después prácticamente desaparecieran excepto en lugares remotos y oscuros.