jueves, 9 de septiembre de 2021

Una noche de tormenta parte 2

Comenzaba ya a impacientarme cuando de repente, “toc, toc, toc” empezó a sonar un ruido en la cocina. Indecisa por ir o no a ver qué sucedía me llené de valor, y después de encender todas las luces de la casa me acerqué a la puerta del salón, que daba a la cocina. Después de mirar varias veces en todas las direcciones y comprobar que no había nadie, entré y comencé a revisar las ventanas.

¡Qué tonta había sido! Me había dejado llevar por los nervios y lo único que hacía ruido era una ventana mal cerrada movida por el fuerte viento que provocaba la tormenta. Cerré la ventana y volví al sofá. Antes de coger el libro que estaba leyendo miré el reloj que ya marcaba las 8. Pensé en esperar unos minutos más y si no intentaría volver a llamar a mis padres. Fuera, la tormenta se había vuelto más fuerte y en la televisión habían cambiado la película. Ahora, una chica pelirroja corría delante de un grupo de zombies.

De repente, cayó un rayo y se fue la luz. Sonó un fuerte trueno, tenía la tormenta encima. Corrí a buscar una linterna, cuando un relámpago iluminó toda la casa y dejó ver al fondo dos siluetas. No podía distinguir muy bien lo que eran, tan solo que estaban encorvadas y que llevaban algo en sus manos. Lancé un grito de terror y subí corriendo las escaleras hacia mi habitación, una vez allí empecé a mirar dónde esconderme: en el armario no, en todas las películas de terror se escondían ahí; debajo de la cama tampoco ya que sería el primer sitio donde iban a buscar... Los segundos pasaban y seguía sin encontrar un buen escondite. Decidí ponerme detrás de la puerta con un jarrón en la mano, no iba a hacer mucho con él pero si le daba bien, tendría unos segundos para intentar salir corriendo de la casa.



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