Aquella noche Lolito no paraba de llorar.
– ¿Qué te pasa?, le decía su papá.
– Que tengo pesadillas.
Su papá le dio un beso y se marchó. Más tarde empezó de nuevo a llorar.
– ¿Qué te pasa?, le dijo su hermana.
– Que tengo fantasmas en mi cuarto y me asustan.
Su hermanita le dio un beso y se marchó. Y otra vez Lolito empezó a llorar. Su mamá se asomó a la puerta y le preguntó:
– ¿Qué te pasa, Lolito?, ¿por qué lloras?
– Es que tengo mucho miedo mamá. Veo en mis sueños cosas malas.
Entonces, su mamá miró por toda la habitación y dijo:
– !Ah! Ya sé lo que pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario