Debes ir a Persia, a Isfaján. Allí encontrarás la fortuna.
El hombre creyó lo que escuchó y vio en su sueño y al día siguiente decidió partir para Persia.
Yacub busca la fortuna en Isfaján
El camino no fue nada fácil. Yacub tuvo que atravesar un enorme desierto y hacer frente a muchos peligros, entre los que estaban las fieras y los asaltantes de caminos. Pero después de muchos días, consiguió llegar a Isfaján. Y como era de noche y estaba cansado, se echó a dormir en el patio de una mezquita.
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