Muchos académicos sitúan el origen de los ninja y el ninjutsu entre el 500 y el 300 a. C. como una adaptación de los preceptos chinos establecidos en el capítulo 13 del libro El arte de la guerra de Sun Tzu, que trata sobre el uso de espías y métodos de espionaje, que posteriormente se transformaron en una filosofía propia así como un código de conducta llamado ninpo, aunque no fue sino hasta el siglo VI en que las técnicas de espionaje fueron introducidas a Japón cuando el Príncipe Shōtoku utilizó este tipo de sistemas para conocer los motivos reales en disputas civiles.
La introducción durante el período Heian (794-1185) del onmyodo, una doctrina religiosa que incluía el arte de la adivinación y la astrología de origen chino, supuso un gran apoyo para la implantación del ninjutsu, debido a que fue fuertemente asimilado por los yamabushi y distintos guerreros en el país. Fue finalmente a mediados de dicho periodo en que el ninjutsu se implantaría definitivamente, cuando el clan Hattori asumió el control de la antigua Provincia de Iga (hoy Prefectura de Mie) y estudiaron las técnicas directamente de los yamabushi que vivían en el lugar, mediante las cuales establecieron las bases de la Escuela de Iga de ninjutsu.
Por otro lado es importante resaltar que otros autores difieren de este punto de vista. Por ejemplo, el historiador británico Stephen Turnbull considera que los ninja, como miembros de una organización con miembros entrenados exclusivamente en labores de espionaje y asesinatos encubiertos, surgieron a partir del siglo XV.
No hay comentarios:
Publicar un comentario