jueves, 4 de mayo de 2023

Origen

La partición demográfica y geográfica del Imperio oriental tiene mucho que ver con la fisonomía que había adquirido la herencia que dejaron las conquistas de Alejandro Magno (356-323 a. C.). Tras su muerte, el imperio helenístico quedó fraccionado en GreciaAnatoliaMedia, y Egipto. Los herederos (diádocos), mantuvieron enfrentamientos por más de 100 años. Las pujas constantes terminaron debilitando a todos los reinos en cuestión, acudiendo a Roma como mediador entre sendas partes, fueron ocupadas paulatinamente y luego invadidas, entre los siglos i y ii a. C. Lo que a Alejandro Magno le llevó doce años, Roma lo hizo en 150 años: pasaron a ser todas provincias romanas (a excepción de Persia y Media oriental). Los rasgos característicos de todas las regiones eran su origen multiétnico, la pluralidad religiosa (predominaba el politeísmo de cada región), y la gran diversidad de idiomas. Se destacaba principalmente la ciudad que el macedonio fundó, Alejandría, centro de proliferación del saber y la ciencia. En sí, Roma optó en dejar «todo tal como estaba», pero importando recursos económicos, ingenieros, cientistas y pensadores trabajando para su imperio.





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