lunes, 20 de junio de 2022

Ejemplos de leyendas urbanas


Paranormal


Dos de las leyendas urbanas más extendidas son las del fantasma del espejo (normalmente conocida como «Verónica» en español y «Bloody Mary» en inglés) y la autoestopista fantasma, las cuales están divulgadas por todo el mundo y se han ido modernizado con el paso del tiempo. Así, la leyenda de la autoestopista fantasma tiene su precedente en historias en las que la chica no se subía a un coche, sino que paraba a los jinetes y se montaba en la grupa de sus caballos (como sucede, por ejemplo, en el Romance de la Infantina).

También son populares en Internet otras leyendas que relatan sucesos siniestros, la mayoría de veces relacionados con la Tecnología. Unos ejemplos son los creepypastas (o leyendas de internet), que entre ellas se encuentran popularmente

  • Slender Man («Hombre Delgado» en español), una entidad con brazos largos y sin rostro que hace desaparecer a la gente
  • Jeff The Killer, siniestro asesino en serie, con un horrible rostro quemado y deformado, producto de una sangrienta pelea, de la cual misteriosamente sobrevivió
  • también una supuesta criatura apodada «The Rake» (similar al chupacabras) de la cual se han reportado algunos supuestos avistamientos.








viernes, 17 de junio de 2022

Características

Para que una historia ficticia se convierta en leyenda urbana es preciso que se difunda de forma espontánea como verdadera y que la información alcance cierto reconocimiento popular.

El rasgo más importante de las leyendas urbanas es su carácter internacional. La historia del submarinista calcinado que es recogido accidentalmente por un avión contra incendios y lo deja caer sobre el fuego, causando su muerte, se cuenta con mínimas variaciones en su estructura en distintos lugares de América del NorteEuropa y Australia, por citar solo algunos sitios por donde circula esta leyenda.

La leyenda urbana puede inspirarse en cualquier fuente, pero incluye a menudo un elemento misterioso, incomprensible. Rara vez resulta posible localizar el origen preciso de una leyenda urbana. Cuando el investigador se enfrenta a una de ellas, se encuentra con varios relatos extendidos por distintas zonas, construidos a partir de un mismo esquema, pero adornados con detalles muy variados en función de su localización.

Las leyendas urbanas tienen una estructura más compleja (planteamiento, nudo y desenlace) que los chismesrumores y bulos. No pretenden, como estos, desacreditar a una persona en concreto, sino que abordan una «problemática» que afecta a muchas personas. Generalmente, cuentan historias que nos alertan sobre posibles peligros que nos pueden acechar en nuestra vida diaria. De modo que la trama está urdida en función del desenlace, en el que a menudo se concentra el mensaje o moraleja, tal como sucede en las fábulas o cuento de hadas.

La leyenda urbana se encuentra en el límite de la credibilidad. Todas incluyen hechos falsos pero algunas toman elementos de la realidad o están basadas en algún hecho real. Por eso, la leyenda urbana suele contarse como si fuera un suceso verdadero o, al menos, verosímil. Esto exige que los personajes sean meros arquetipos anónimos, «un hombre», «una mujer», «una pareja» o «un conocido de un amigo», el cual el narrador de la leyenda urbana no conoce personalmente, aunque situados siempre en escenarios concretos (una determinada ciudad, calle, país) que contribuyen a hacerla creíble. A menudo, el protagonista es un «amigo de un amigo», relativamente cercano al oyente, pero no tanto que resulte viable consultarle sobre los hechos. Con el paso del tiempo, los elementos de la narración se transforman para volverla más atractiva e impactante.

Desde finales del siglo XX, Internet ha contribuido notablemente a la difusión de las leyendas urbanas, especialmente a través del correo electrónico. Las adaptaciones de las mismas en la red, además de por lo anteriormente comentado, se caracterizan por: añadir frases con alertas catastróficas, citar fuentes de confianza (medios de comunicación, fuerzas del Estado, etc.) y rogar que la información sea difundida para evitar que más personas resulten afectadas.






jueves, 16 de junio de 2022

Origen

El término fue acuñado en 1968 por el folclorista estadounidense Richard Dorson, quien definía la leyenda urbana como una historia moderna «que nunca ha sucedido, contada como si fuera cierta».[3]​ También cabe mencionar a Jan Harold Brunvand, que ha contribuido decisivamente a popularizar este término entre el público en general a través de sus libros.[4]

Acaso la teoría más convincente sobre la etiología de este tipo de leyendas sea la del filósofo alemán Karl Hepfer en Teorías conspirativas: Una crítica filosófica de la sinrazón, quien, al preguntarse sobre el auge de las teorías de conspiración en Europa reparó en que la mayoría de ellas respondía a «modelos de interpretación de la realidad simplificados», o intentos de regresar a un estadio anterior de nuestra cultura en el que la realidad supuestamente era sencilla de comprender, y sus actores, buenos o malos. En consecuencia, estas historias suelen tener dos caras, una incomprensible o terrorífica y otra explicativa y simplificadora que tranquiliza.[5]

Las historias en cuestión reciben diversas denominaciones por parte de quienes las usan y difunden. Entre los periodistas se habla de bulos, o factoides. En Internet, de hoax. En un principio, cabe distinguirlas claramente de los llamados cuentos chinos o las hipérboles desmedradas, como por ejemplo las rodomontadas o exageraciones hiperbólicas como los Hechos de Chuck Norris, género popular de la llamada literatura de corcho y de Internet emparentables con las antiguas diversiones cortesanas de los siglos XVI y XVII, fanfarronadas conscientes que buscaban divertir como juegos de salón equivalentes a las trolas o bolas o incluso las bernardinas clásicas. Se distinguen de estos géneros jocosos en que no tienen la intención cortesana de divertir o distraer.

En Cuba se las conoce como «cuentos de camino» o «bolas», en Perú y en Colombia se las llama simplemente «cuentos» o «mitos». Entre los propios estudiosos, no falta quien prefiere catalogarlas como «leyendas» a secas, considerando que su función sigue siendo la propia de este género. También esta clase de leyendas se expanden en todos los territorios y países haciendo que este se vuelva viral y la gente lo puede ir creyendo.








Películas

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