La parte del reinado de Isabel I, entre 1577 y 1590, coincidió con una época de gran esplendor en la que se cimentaron los inicios del Imperio británico. Inglaterra comenzaba su expansión ultramarina con John Hawkins y luego con Francis Drake, librando numerosas guerras contra el Imperio español de Felipe II. Drake dio la vuelta al mundo, y fue el tercer hombre en conseguirlo, tras la expedición de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano. En 1579, Drake atracó en algún lugar del norte de California y reclamó para la Corona lo que llamó Nova Albion ('Nueva Inglaterra'), aunque su reivindicación no fue seguida de ningún asentamiento. Los siguientes mapas situaron Nova Albion al norte de la Nueva España. El consultor personal de Isabel, John Dee, fue el primero en utilizar el término Imperio británico.
Los intereses de Inglaterra fuera de Europa aumentaron considerablemente. Humphrey Gilbert siguió el curso de Cabot cuando partió hacia Terranova en 1583 y la declaró colonia británica el 5 de agosto en San Juan. Walter Raleigh organizó la primera colonia de Virginia en 1587, en el lugar llamado Roanoke. Tanto el asentamiento de Gilbert en Terranova como la Colonia de Roanoke duraron poco tiempo, y tuvieron que ser abandonados debido a la escasez de alimentos, el duro clima, los naufragios y los encuentros con tribus indígenas hostiles.